Cómo forjar una relación basada en el apego seguro con los padres y la autonomía de los niños
Fomentar una equilibrada relación, además de respetuosa entre padres e hijos, es una de las tareas más complejas que existen en la crianza. Buscar el punto medio y la horizontalidad, en los aspectos que son necesarios, son aspectos fundamentales en la maternidad y paternidad, sobre todo si queremos basarnos en el modelo de la disciplina positiva para relacionarnos con nuestros hijos. Resulta esencial forjar un buen vínculo con los niños para evitar la dependencia emocional (tanto de ellos hacia nosotros, como de nosotros hacia ellos).
Cómo se construye un buen vínculo de los niños con los padres
Un bebé, nada más nacer, es un ser totalmente dependiente de su adulto referente, ya que le necesita para cubrir todas sus necesidades fisiológicas: alimentación, descanso, aseo, afecto… Y aquí la responsabilidad total y absoluta es del adulto o figura del cuidador.
Pero a medida que nuestro hijo o hija crece, es fundamental para conformar, entre otros, un desarrollo emocionalmente sano, favorecer su independencia y autonomía. Por ejemplo, en la alimentación; una vez que tienen la madurez necesaria para que coman solos, potenciar esa habilidad, de la misma manera ocurrirá con otras rutinas como es el aseo o el vestido. Todo este proceso se va alcanzando una vez que les hemos enseñado, no olvidemos este punto importante y es conveniente ir retirando de forma paulatina, nuestro apoyo.
Hacer creer a los niños y niñas que somos indispensables para ellos y que nos necesitan para todo es un grave error. Así lo único que se consigue es crear niños dependientes del adulto, con poca capacidad de resolución ante conflictos de la vida, con poca capacidad crítica y una autoestima baja, inseguros. Es necesario, vuelvo a decir, educar y criar niños libres y felices, con capacidad de decisión y de autonomía.
Cómo evitar la dependencia emocional de tu hijo
Cierto es que las necesidades de nuestros hijos e hijas son muchas, y a lo largo de toda su vida estas van cambiando: desde darle el baño cuando son bebés, al apoyo nuestro ante un trabajo de investigación sobre la capa de ozono o la necesidad de nuestra mirada cómplice cuando se cruzaron con el chico o chica que provoca mariposas en su estómago. El acompañamiento de una madre o un padre es para toda la vida, la clave está en saber en qué momentos hace falta la presencia.
Como madres y padres, en ocasiones nos cuesta darnos cuenta de que una vez que nuestros hijos e hijas van creciendo, cada vez necesitan menos de nuestra ayuda, y es totalmente lógico que sintamos, a veces, tristeza. Es importante reflexionar sobre este hecho y no crear ni generar en nuestros hijos necesidades que no existen, por el hecho de sentirnos útiles, ocupados, necesitados de nuestros hijos o incluso, en situaciones más complejas, llenar vacíos que el adulto tiene.
En ocasiones es la mamá o el papá la persona que tiene una necesidad emocional que no está bien cubierta o no está bien gestionada, y de alguna manera se vuelca tanto en su hijo o hija que le convierte en una figura en la que el adulto espera cubrir esa carencia. Creedme que me he encontrado casos así.
Hay una premisa en la crianza que quizá os pueda ayudar, que consiste en dejar hacer a mi hijo o hija todo lo que por sí solo pueda hacer; de esta manera estamos favoreciendo su autonomía, que a su vez esto les da libertad y la libertad les produce felicidad.
Consejos para forjar el apego seguro en tu familia
Generar un vínculo seguro y respetuoso es la mejor opción de crianza. Te invito a que reflexiones y para ello te dejo estos tips para forjar ese apego que deseas, sin que se produzca la dependencia emocional de la que venimos hablando.
1. Observa los momentos en los que tu hijo hija acude a ti para pedirte ayuda y para qué te necesita.
2. Pon atención en cómo le apoyas, si es desde tu confianza en él o en tus ganas o necesidad de ponérselo todo muy fácil.
3. Date cuenta de los pequeños grandes logros que tu hijo o hija alcanza y cómo esta autonomía le produce felicidad derivada de esa autoestima que va aumentando.
4. Trabaja en ti tu autoobservación, como madre o como padre, asume que los hijos no vienen a cubrir nuestras carencias o necesidades.
5. Despídete de que cada etapa que tus niños y niñas conquistan.
6. Agradece el hijo que tienes y acéptalo como es.
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